¿Vista o XP?

Se trata de una pregunta que suelo recibir periódicamente, en muchos casos sospecho que con la intención de tranquilizar la conciencia de aquellos que temen creerse esa afirmación generalizada de que el último sistema operativo de escritorio de Microsoft ha sido un fiasco y no ha sido capaz de superar al popular XP. Mi respuesta sin embargo dista mucho de apoyar dicha afirmación. Y esto lo dice un usuario confeso y convencido de Linux.

Siempre respondo de la misma manera: «Prefiero un Vista tuneado como un XP». Cuando compré mi último portátil, traía instalado de serie Vista Home Premium y me dije que ya había llegado el momento de enfrentarme a él, que no podía posponer más verme cara a cara con tan denostado sistema. Al fin y al cabo, como profesional TIC que quiere dar un buen servicio a sus clientes, no tenía más remedio que poenrme al día y conocer al nuevo sistema Windows. Y, por supuesto tras instalar un Linux en mi flamante portátil (concretamente ASLinux Desktop, faltaría más), desde el primer momento mis temores se hicieron realidad. Todo lo malo que había escuchado era cierto: lento hasta la exhasperación y pesado hasta la histeria con sus infinitas preguntas sobre si estaba seguro de querer hacer tal o cual operación, aparte de no ser capaz de encontrar nada de lo que antes localizaba en un pis-pas con XP.

Lejos de rendirme, decidí darle una oportunidad en busca de todas aquellas bondades que se supone que ofrece según lo que Microsoft se había encargado de publicitar durante los mese previos a la salida al mercado de Vista. Así que dediqué tres días a modificar, adaptar y personalizar el sistema hasta que quedó a mi gusto: desactive todo lo que considero superficial para un escritorio de trabajo (el interfaz Aero, el sistema de control de usuarios UAC, el servicio de indexación automática de ficheros), eliminé todo el software de serie que no necesito (entre otros, el popular Messenger) y configuré todas las vistas, ventanas y menús para que se mostraran no sólo como XP sino incluso como Windows 98. Finalmente, instalé todo aquel software adicional preferentemente libre que necesito (Firefox, OpenOffice.org o PDF Creator, entre otros). Tras todo este trabajo, Vista empezó a mostrarse como seguramente Microsoft pretendía: rápido, robusto (ni un pantallazo azul tras meses de hacerle «perrerías») y eficiente.

Está claro pues el problema de Vista. De serie ofrece lo prometido y no todo el mundo puede o quiere dedicar tanto trabajo a preparar un sistema operativo para que funcione como debe. Quizás Microsoft aprenda de sus errores con el próximo Windows 7.

2 comentarios en “¿Vista o XP?

  1. Por eso yo soy fiel a la manzana (OS X)….
    Lo compras, lo enciendes, y en tres minutos esta funcionando al 100%…
    y en el fondo esta basado en open source (Darwin)

    Un saludo.

  2. Ya, claro, si comparamos cualquier Windows con cualquier otro sistema operativo moderno de escritorio no hay color (en mi caso soy fiel al pingüino). La idea era defender un poquito al denostado Vista frente a su predecesor XP, que es cierto que no es para tanto, pero tampoco es tan «calvo» como lo pintan.

    Por cierto, me alegra saber de tí aunque sea a través del blog 🙂

Los comentarios están cerrados.