¿Qué aporta Cedega al mercado de juegos para Linux?

La empresa canadiense Transgaming anunció recientemente la publicación de la versión 6.1.1 de Cedega, la emulación del API de Windows con soporte DirectX para Linux, lo que permite ejecutar juegos para Windows bajo el sistema del pingüino. De este modo, los usuarios de Linux tienen acceso a títulos reservados hasta ahora para los «jugones» de Windows, como el popular World of Warcraft.

A pesar de los esfuerzos de Transgaming (la empresa está muy comprometida con la comunidad del Software Libre y dona buena parte de su trabajo a los distintos proyectos basados en Wine, como el propio Cedega) y de los buenos resultados que ofrece Cedega, existe un buen número de detractores de esta línea de negocio, con argumentos tanto técnicos como sociales. El más utilizado dentro del primer tipo es el de los enormes recursos con que a menudo debe contar el equipo en el que se ejecuta Cedega para conseguir un rendimiento cercano a lo que se consigue bajo Windows, aunque en ocasiones ocurre curiosamente justo lo contrario, que un juego para Windows «corre» mejor sobre Linux. Así mismo, no es posible utilizar cualquier juego con Cedega sino sólo aquellos para los que se ha trabajado en su compatibilidad, lo que de todas formas arroja una nada despreciable cifra de más de 300 títulos del catálogo actual de juegos para Windows, teniendo en cuenta que los títulos de Linux apenas alcanzan unas decenas.

Sin embargo, las mayores quejas van dirigidas al hecho de que Cedega está creando una dinámica peligrosa en el sentido de que las productoras de juegos no ven que las cifras de ventas para Linux sean importantes, ya que los usuarios adquieren títulos para Windows que después serán emulados bajo Linux, por lo que consideran que no es necesario invertir esfuerzos en crear títulos nativos para Linux. Esto da lugar a que sólo se publiquen un par de títulos Linux al año, provocando unas cifras de venta diminutas. Este círculo vicioso tiene difícil solución, aunque no imposible.

De hecho, todo el mundo está de acuerdo que el primer paso han de darlo las productoras, tomando el riesgo de ofrecer títulos Linux de calidad, de forma que se cree el mercado que los usuarios están
esperando. A día de hoy, existe una empresa que está llevando a cabo esta apuesta: Linux Game Publishing, que tomó el testigo de la defenestrada Loki y que está portando diversos títulos desde Windows a Linux desde el inicio de su actividad. Así mismo, está patrocinando el desarrollo de títulos originales para Linux, algo fundamental para el definitivo triunfo de Linux como escritorio.

No podemos olvidar el esfuerzo de Ryan «Icculus» Gordon y su equipo, que también está portando importantes títulos, muchos de los cuales se distribuyen de libremente, amén de mantener un destacado portal web dedicado a los juegos bajo Linux.

Como se puede apreciar, el panorama no está tan mal, gracias al esfuerzo de diversas empresas que defienden diferentes puntos de vista, pero que entendemos son complementarios. Mientras que Cedega ha reanimado y mantiene el interés de los usuarios en Linux como plataforma viable para jugar, el resto de agentes está ya sembrando la semilla de un futuro mercado estable de juegos nativos para Linux, lo que podría suponer el final del modelo de negocio de Transgaming. Aún así, estoy seguro de que con la experiencia que están obteniendo con Cedega sabrán adaptarse al nuevo mercado, algo que se merecen por el esfuerzo que están llevando a cabo hoy en día por el mercado de los juegos bajo Linux.