Linux en cualquier dispositivo

Gracias a algunas de sus características más destacables, como la disponibilidad del código del núcleo, su capacidad multiplataforma y la posibilidad de personalizarlo hasta el infinito, Linux se ha convertido en una alternativa viable para su integración en los mercados más diversos, desde ordenadores personales hasta sistemas empotrados, pasando por aplicaciones críticas, desarrollo multimedia o el mercado inalámbrico.

Se ha acusado a Linux con frecuencia de que se trata de una plataforma demasiado pesada para «instalarla» en sistemas de pocos recursos, como puedan ser las agendas electrónicas personales (PDAs) o los móviles. Sin embargo, precisamente la capacidad de adaptación del núcleo permite a cualquier desarrollador el poder «recortarlo» y modificarlo a gusto y conveniencia para que su integración en el hardware base del proyecto sea prácticamente ideal. Si a eso le añadimos su bien conocida estabilidad y robustez, Linux dota a cualquier dispositivo sobre el que se ejecute de los requerimientos que cualquier usuario va a demandarle al fabricante, de forma que pueda llevar a cabo su tarea sin problemas. Así mismo, el hecho de que se trate de software libre abarata los costes del producto final y su constante evolución implica una actualización sencilla y llena de posibilidades para el consumidor.

Hoy ya no es raro ver dispositivos «alimentados» con Linux, además de los mencionados PDAs y móviles, como reproductores multimedia, netbooks, consolas de videojuegos, enrutadores, cadenas de música, GPS, robots y todo tipo de aplicaciones industriales, entre otros.

Linux hasta en la sopa… ¿o más bien en la sopera? Hasta pronto.