A vueltas con las patentes de software

Hace unas semanas me llegó un mensaje de correo electrónico de Eurolinux Alliance informándome de que su petición para una Europa sin patentes de software, la cual obtuvo unas 300.000 firmas, había caducado. Así mismo, me animaba a firmar una nueva petición que se había organizado. Para los que no conozcan Eurolinux, se trata de una iniciativa que parte de un grupo de ciudadanos, empresas y ONGs con el objetivo de promover una cultura de software europea basada en estándares abiertos y software libre. El principal objetivo de Eurolinux es «eliminar las dependencias estratégicas de la estructura informática europea».

En este sentido, impedir que en Europa se pueda patentar el software es fundamental para conseguir dichos objetivos. Si no fuera así, según Eurolinux, las pymes europeas no tendrían un mercado accesible, las administraciones públicas no podrían utilizar estándares realmente abiertos, no se podría promover la creación de puestos de trabajo mediante inversión pública sostenible en el desarrollo del software libre y Europa no tendría independencia digital.

A mí se me ocurren algunas razones más, como el ahogamiento de la innovación o la pérdida de la libre competencia, no tanto a manos de las grandes empresas tecnológicas (que prefieren comprarte para quitarte de en medio) como de los conocidos como trolls de patentes, empresas con una amplia cartera de patentes, las cuales probablemente no habrán investigado y desarrollado ellos mismos sino que las habrán comprado a un tercero, y cuya única línea de negocio es demandar a todo aquél que utilice comercialmente tecnologías cubiertas por algunas de sus patentes sin haber pagado previamente unos suculentos royalties. Es fácil imaginar muchos más peligros que encierran estas prácticas para la economía de Europa.

Precisamente por este mal uso que se le puede dar a las patentes de software y que tan generalizado está a día de hoy en EEUU, Eurolinux apoya StopSoftwarePatents.eu. Gracias al tratado de Lisboa, los ciudadanos europeos pueden organizar peticiones que, cuando alcanzan una masa crítica de apoyos, obligan a la Comisión de la Unión Europea a proponer un proceso legislativo. Lo que persigue Eurolinux es «reconstruir una plataforma para iniciar un proceso legislativo que invalide de una vez por todas las patentes de software en Europa». Por eso, desde estas líneas, animo a todo el mundo a hacer todo lo que esté en su mano (empezando por firmar esta nueva petición) para asegurar que el futuro tecnológico de Europa esté en manos de sus ciudadanos.