Navegación anónima en Internet con Linux

Con el uso tan intensivo que le damos a Internet en la actualidad, hasta el punto de que nuestra vida diaria está muy integrada en la Red, es fundamental que nos preocupemos de salvaguardar nuestra intimidad de ojos ajenos. Una forma sencilla y completa de conseguirlo es combinando dos programas, Privoxy y Tor, de forma que el uso que le demos a Internet desde nuestro ordenador personal sea anónimo. Como creo que es importante conocer cómo funcionan las cosas para poder decidir si sirven o no, voy a profundizar en el trasfondo de estas tecnologías. Ni que decir tiene que ambas herramientas son de licencia libre.

En primer lugar presentemos a los actores. Privoxy es un proxy, es decir, un software intermediario entre el usuario y un servicio de red. De este modo, el usuario contacta con el proxy y es éste el que conecta con el servicio en nombre del usuario. Esto tiene numerosas aplicaciones, como acelerar la navegación web, filtrar el tráfico inadecuado, centralizar la gestión y el mantenimiento de un servicio o posibilitar la conexión a un servicio que de otra forma sería imposible.

Por otro lado tenemos a Tor, que es tanto una herramienta como una red abierta, diseñadas para ayudar al usuario a defender su privacidad y libertad personales. De este modo Tor permite proteger las comunicaciones de forma que nadie conozca nuestros hábitos de uso de Internet a través de cualquier servicio que dirijamos a través de Tor: navegación web, mensajería instantánea, redes sociales, etc.

Vemos como instalar y configurar ambas herramientas en un ordenador personal que corre Debian o alguna de sus derivaciones. Lo primero es proceder, como administrador del sistema, a instalar los paquetes necesarios:

# apt-get install privoxy tor

Este comando instalará Privoxy y Tor. Aunque existen clientes gráficos como TorK o Vidalia, lo cierto es que desaconsejo su uso por varios motivos: o bien están mal traducidos al español, o bien son complejos de configurar, o lo que es peor interfieren en el funcionamiento de Tor.

Una vez instalados los paquetes, Tor debería estar funcionando directamente. Al tratarse de un proxy SOCKS, para utilizarlo bastaría con configurar los programas que utilicemos en Internet y que entienda dicho protocolo con los siguientes datos:

  • Proxy SOCKS: 127.0.0.1 (para quien no lo sepa, esta IP siempre representa a nuestro propio equipo)
  • Puerto: 9050

¿Pero entonces para qué hemos instalado Privoxy? Para que traduzca automáticamente el protocolo HTTP al protocolo SOCKS, es decir, dirigiendo todo nuestra navegación web a través de Tor y consiguiendo así el ansiado anonimato web. Para ello tenemos que indicarle a Privoxy donde está Tor editando como administrador el fichero /etc/privoxy/config y añadiendo la siguiente línea:

forward-socks4a / localhost:9050 . (el punto no es una errata, hay que incluirlo también)

debajo de ésta otra:

listen-address localhost:8118

Sólo queda reiniciar Privoxy para que active la nueva configuración:

# /etc/init.d/privoxy restart

Para probar que ya podemos navegar de forma anónima, cogemos nuestro navegador favorito y lo configuramos para que utilice Privoxy como proxy de acceso a Internet. Por ejemplo, en el caso de Firefox, abrimos las Preferencias y nos dirigimos al apartado Avanzado, donde seleccionamos la pestaña Red. Allí tenemos un botón que nos sirve para configurar cómo Firefox se conecta a Internet. Una vez pulsado, en la ventana que aparece a continuación tenemos que seleccionar la opción «Configuración manual del proxy» y rellenar los campos de la siguiente manera:

  • Proxy HTTP: 127.0.0.1
  • Puerto: 8118
  • Usar el mismo proxy para todo: Sí

Una vez configurada, la pantalla debería quedar así:

Configuración del acceso a Internet en Firefox

Aceptamos y procedemos a comprobar que nuestra navegación ya es anónima conectándonos a https://check.torproject.org/ Si nos sale en pantalla un mensaje en verde diciendo «Congratulations. Your browser is configured to use Tor.», eso quiere decir que lo hemos conseguido y que estamos usando la red Tor (en nuestro caso a través de Privoxy) para navegar de forma anónima por la Web.

La configuración de otros navegadores y otras herramientas es similar. Basta con probar con los datos ya mencionados, bien mediante Privoxy o directamente con Tor, para que todas nuestras comunicaciones sean realmente privadas.

Sólo una nota final. Tal y como avisan en el proyecto Tor, se trata de software experimental por lo que no debemos confiar en él si lo que buscamos es una anonimato a prueba de bombas.

Espero que esta receta os sea realmente útil, sobre todo para aquellos que tenéis menores en casa en edad de utilizar asiduamente Internet. Me gustaría conocer vuestras experiencias si decidís hacer la prueba con Tor y Privoxy.