Los mitos sobre Linux (y V)

Con este artículo finaliza la serie dedicada a los mitos de Linux, al menos hasta que surjan nuevos «bulos» de importancia que haya que rebatir. El último mito del que voy a hablar es el de que «Linux es gratis», más una confusión que una afirmación dirigida por la competencia.

Debido a la afiliación de Linus Torvalds a los ideales de la Free Software Foundation, la distribución de Linux se rige por los términos de la Licencia Pública General o GPL, la cual persigue la creación y mantenimiento de un nuevo canal de distribución de software, alejado de las manos de las grandes corporaciones y de las reglas mercantilistas draconianas que impiden la libre circulación de ideas entre los desarrolladores. De este modo, cualquier persona puede tener acceso al software de manera totalmente libre, siempre y cuando se reconozca la autoría original del software y que se respeten los derechos de propiedad intelectual de los autores, entre otras cosas.

Ya que la FSF es norteamericana de nacimiento, la GPL está redactada en inglés, lo que dió lugar a una ambigüedad imprevista e indeseada por sus autores. El término «free» significa «libre», que es la filosofía de la GPL, pero también quiere decir «gratis», algo relativamente cercano a la primera acepción, pero que no la sustituye en absoluto.

La GPL permite que cualquier usuario pueda descargarse sin cargo alguno una distribución Linux desde Internet o que pueda copiarse un CD con software GPL sin cometer un delito de piratería informática, ya que esto es lo que la GPL especifica precisamente. Sin embargo, esto no implica que la obtención de Linux (o cualquier otro software GPL) sea completamente gratis. Es completamente lícito (y lógico) que alguien que recopile una distribución Linux, la queme en CDs, redacte unos manuales y ofrezca un soporte técnico, quiera cobrar por su trabajo. Si se comparan los costes de una distribución Linux cualquiera con los precios de software equivalente para Windows, se aprecia inmediatamente el efecto que tiene la «libre distribución» descrita por la GPL.

En definitiva, Linux como paquete de software puede conseguirse gratuitamente, pero no así por definición los servicios construidos alrededor suyo: distribuciones, software comercial, soporte, formación, consultoría, etc. Como anécdota, cuando SuSE vendía cajas con su distribución en CDs, algunos de ellos eran copiables legalmente (ya que sólo incluían software libre, que además estaba disponible en su servidor FTP) y otros no lo eran al incluir software comercial. Mucho cuidado con esto, ya que podríamos cometer un delito sin darnos cuenta, lo que no nos exime de nuestra responsabilidad.

Linux es de «libre distribución», pero no necesariamente «gratis».