Instalar un servidor de ebooks basado en Calibre y Debian Squeeze

Hace tiempo que quería montar un servicio interno para facilitar la gestión y el acceso al ingente fondo bibliográfico con que contamos en la empresa, compuesto principalmente por ebooks de licencia libre y complementado con algunos títulos comprados en conocidas tiendas online.

Buscando al respecto me topé con un interesante artículo que relataba paso a paso la instalación de Calibre en un servidor Ubuntu. Como en Activa Sistemas utilizamos preferentemente Debian en su versión estable («Squeeze»), adapté un poco las instrucciones, le añadí algo de mi propia cosecha y ahora contamos con un fabuloso servidor de ebooks en nuestra red local.
Sigue leyendo

Los Reyes me han traido un iPad

Hace justamente dos años que recibí un iPhone como regalo de Reyes y ahora me ha tocado en suerte su hermano mayor: un reluciente iPad de 64 GB (eso es que he sido aún más bueno que en 2008). Gracias a la tableta de Apple, voy a poder llevar a cabo con mayor soltura y facilidad aquellas tareas que se veían obstaculizadas de algún modo por la pequeña pantalla de mi iPhone. Sigue leyendo

Calibre y KDE4

Como el artículo anterior estuvo dedicado a los ebooks, voy a aprovechar la ocasión para revisar el estado actual en el que se encuentra el popular Calibre. Para los despistados diré que Calibre es un fabuloso software de gestión de libros digitales y dispositivos de lectura que ofrece un amplio abanico de funcionalidades y que tiene versiones para Linux, Windows y Mac. Por ello es sin duda el número uno en su sector.

Sigue leyendo

Ebooks, tarjetas de memoria y el canon digital

Como he comentado en ocasiones anteriores, estoy encantado con mi Papyre 6.1 desde que lo adquirí hace dos años. Desde entonces, mi forma de entender la lectura ha cambiado radicalmente y la disfruto como nunca antes. Si a esto le añado una casi perfecta gestión de mi biblioteca digital con un programa tan fantástico como Calibre y las numerosas y ya imprescindibles ventajas de los libros electrónicos, puedo afirmar sin remordimientos que ya prácticamente no me acuerdo de la lectura en papel. Sin embargo, aún hay escollos que me impiden alcanzar la deseada perfección. Sigue leyendo