El propósito principal cuando adquirí mi Raspberry Pi era convertirlo en un completo centro multimedia, un anhelo de muchos años que gracias al Pi he podido satisfacer a bajo coste. Por eso elegí Xbian como la distribución a instalar, ya que no sólo está especializada en ofrecer una gran experiencia con XBMC (sin duda el mejor media center libre) sino que permite evolucionar la plataforma a nuestro gusto gracias a que está basada en Debian.
Así, he podido cumplir la semana pasada con otro de mis objetivos con mi Pi: montar mi propia radio doméstica y poder escuchar música en cualquier parte de mi casa, todo ello con software libre y sin tener que realizar una fuerte inversión (¿he oído Sonos?).
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